Esas estadísticas las aportó la Defensoría de la Tercera Edad que advierte en un estudio que esa cifra contrasta con el valor de una jubilación mínima, que perciben 4,5 millones de jubilados, y que llega a 390 mil 214 pesos (269 dólares) con bono incluido, en septiembre.

El relevamiento de la Defensoría advierte que su medición contempla los costos de las principales necesidades de los jubilados que alcanzaron un valor de un millón 514 mil 74 pesos, lo que significa un aumento por encima del 26 por ciento respecto al millón 200 mil 523 pesos calculados en abril pasado.

La canasta se compone en 27 por ciento en consumo de medicamentos, que ascienden a 402 mil 880 pesos (278 dólares); un 23 por ciento en gastos de alimentación, unos 348 mil pesos (240 dólares), y un 19 por ciento asociado a vivienda, lo cual demanda 294 mil pesos (203 dólares), y 7 por ciento en limpieza, unos 107 mil 4444 pesos (75 dólares).

La Defensoría realizó su estudio en la Ciudad de Buenos Aires, el conurbano bonaerense y en las urbes Mendoza, Córdoba y Rosario.

Esa carestía de la vida contrasta con lo que perciben los pensionados, y lo mismo sucede con los beneficiarios de la Pensión Universal para Adultos Mayores y con los que reciben pensiones no contributivas que el mes pasado cobraron 326 mil 222 pesos (225 dólares), con el bono de 70 mil pesos (48 dólares) incluido.

En otra noticia económica, los gobiernos provinciales de Salta, Tucumán, Chaco y Formosa alertaron sobre una caída del 40 por ciento en la demanda de frutas y verduras, debido a que la gente prioriza la compra de lo básico, como pastas, arroz, aceite y harina a causa del desplome del poder adquisitivo de las familias argentinas.

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