«Desde el páramo hasta el mar, Palestina vencerá» y «Los niños de Gaza no son una amenaza» fueron algunas de las consignas que corearon los manifestantes este domingo alrededor del parque La Carolina, en Quito, hasta llegar al monumento donde está ubicada la Campana de la Paz.
El padre Esteban Ortiz, de la iglesia católica, urgió poner fin a la violencia y garantizar ayuda humanitaria para el pueblo palestino que sufre los ataques de Israel desde hace dos años.
«No hay futuro en la violencia, los pueblos necesitan paz», manifestó.
Con banderas y carteles los participantes marcharon en lo que constituye la segunda peregrinación en la capital ecuatoriana que, como explicó la activista María Alejandra Andrade, forma parte de un movimiento global de solidaridad con Palestina.

«Ya hicimos una peregrinación en 2024 y no somos los únicos que levantamos la voz, en otros países también le dicen no al genocidio», comentó Andrade.
Durante el trayecto, acompañado de tambores y otros instrumentos musicales, hubo un performance con mujeres vestidas de negro que simularon tener bebés palestinos en los brazos.
A eso se sumó el apoyo a la Flotilla Global Sumud, que fue interceptada por Israel en aguas internacionales cuando pretendía llevar ayuda humanitaria al pueblo de Gaza y, según un cartel en la manifestación, esa iniciativa «es humanitaria, no terrorista».

El activista Pablo de la Vega, coordinador del Centro de Documentación en Derechos Humanos «Segundo Montes Mozo S.J.», afirmó que el ente sionista israelí debe acabar con su política de hambruna, levantar el asedio y garantizar el acceso sin trabas a la ayuda humanitaria a gran escala.
Urge imponer un embargo total de armas a Israel, cancelar todos los acuerdos militares, importaciones, exportaciones y transferencias, incluidos los bienes de doble uso, tal como lo han solicitado expertas y expertos en derechos humanos de la ONU, propuso de la Vega.
El 7 de octubre venidero se cumplen dos años de la escalada actual del conflicto entre Israel y Palestina en el que han muerto más de 66 mil personas a manos del Ejército de Tel Aviv.
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