Su rival en el encuentro y representante del Partido Demócrata Cristiano, Edman Lara, lo forzó a la defensiva a lo largo de sus intervenciones al poner en duda la condición de “experto en informática” conque lo presenta su mentor y candidato presidencial de Libre, Jorge Tuto Quiroga.
“No has podido demostrar con elementos científicos y tecnológicos que es mentira lo de los tuits”, reiteró Lara en su discurso.
Ante las evasivas del aspirante de Libre con un discurso orientado a la búsqueda de soluciones de cara al futuro, Lara remarcó que otra deficiencia de Velazco es la incapacidad de ofrecer disculpas ante los pobladores del occidente de Bolivia, a quienes el joven discípulo de Quiroga mencionó en los tuits con el sentido despectivo del término “coyas”.
Adicionalmente, Lara criticó que Velazco denomina minorías a las comunidades indígenas, reconocidas constitucionalmente entre las 36 culturas del Estado Plurinacional.
Un nuevo “pecado” contra Velazco hizo público el aspirante del PDC, cuando presentó documentos a los que accedió y que, según afirmó, revelan que el candidato de Libre se benefició de los dineros del liquidado Banco Fassil.
Indicó, incluso, que Velazco como socio de esa institución quebrada por turbios manejos de sus operadores, poseía siete mil acciones, lo cual ha sido negado por el joven emprendedor.
Ante el reproche de Velazco de que Lara vino al debate solo a destruir y atacar, el candidato del PDC ripostó que no se trataba de ataques sino de decir “la verdad”.
Durante el debate organizado por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) de cara al balotaje inédito en la historia de Bolivia programado para el 19 del mes en curso, los candidatos presentaron algunas proposiciones programáticas, aunque primaron los ataques y contraacusaciones.
Entre las propuestas de Lara están la reforma de la Constitución Política del Estado, el mantenimiento de la subvención a los hidrocarburos, la unidad en el órgano Legislativo y la lucha contra la corrupción.
De su lado, Velazco reiteró que prefería las propuestas frente a lo que denominó guerra sucia; sin embargo, en algunos momentos también trató de atacar a Lara, a partir de algunos de sus dichos a lo largo de la campaña después del triunfo del PDC en las justas generales del 17 de agosto último.
Lara, por su parte, aprovechó para ofrecer disculpas de manera reiterada, y subrayar que esa voluntad de rectificación no existe en su adversario.
Para muchos resultó una sorpresa ver a un Lara mejor preparado para el debate, con un mayor control de la línea de la discusión e incluso con una mejor proyección escénica en el espacio comunicacional.
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