Según explicó en rueda de prensa este lunes, se extendió de 70 a 140 metros la franja protectora del Sistema de Oleoductos Transecuatoriano (SOTE) y del Poliducto Shushufindi–Quito frente al proceso erosivo del río Loco, en la Amazonía ecuatoriana.

“Con esta ampliación aseguramos la estabilidad operativa de las tuberías y, por tanto, la continuidad en el transporte de petróleo y combustibles”, señaló la portavoz ante la situación de esa infraestructura clave que ha estado detenida por las afectaciones de la erosión.

En un comunicado, Petroecuador informó que la intervención forma parte de un plan técnico de tres etapas que refuerza la seguridad de esa obra y garantiza la continuidad del transporte de crudo.

La primera fase fue desarrollada entre el 29 de agosto y el 1 de septiembre, contempló la habilitación de un acceso de 300 metros para permitir la movilización de maquinaria y personal hacia la zona.

Luego, entre el 6 y el 22 de septiembre, se ejecutó el traslado de 12 mil metros cúbicos de roca métrica para ampliar la franja de seguridad del oleoducto.

Asimismo, desde 4 de septiembre se desarrolla la tercera parte del plan, que incluye el corte y perfilado de taludes, así como la construcción de cunetas de hormigón para encauzar las lluvias hacia el río Loco.

Durante el mes de julio el SOTE y el Oleoducto de Crudos Pesados (OCP) estuvieron detenidos por el impacto de las precipitaciones en la tubería.

En aquel momento, la ministra de Economía y Finanzas, Sariha Moya, señaló que Ecuador perdería entre 400 y 500 millones de dólares debido a la crisis petrolera por la paralización del traslado de crudo, que a su vez provocó que se detuviera gran parte de la extracción, y por tanto, una caída de las exportaciones.

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