Este índice supera el 1,5 por ciento registrado en agosto, aunque se mantuvo por debajo del 1,9 por ciento reportado en igual mes del año anterior.
La PSA atribuyó el repunte principalmente al rubro del transporte, que pasó de una disminución del 0,3 por ciento en agosto a un incremento del 1,0 por ciento en septiembre.
Asimismo, contribuyó la escalada de los precios de alimentos y bebidas no alcohólicas, que subió al 1,0 por ciento frente al 0,9 por ciento del mes previo.
La inflación subyacente —que excluye productos volátiles como alimentos y energía— se situó en 2,6 por ciento, cifra ligeramente inferior al 2,7 por ciento de agosto.
Ambos indicadores permanecieron dentro del objetivo del Banco Central, fijado entre 2,0 y 4,0 por ciento.
El gobierno filipino, por su parte, señaló que mantiene vigilancia sobre los precios de alimentos y transporte para prevenir nuevas presiones inflacionarias en el último trimestre del año.
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