En un comunicado, la institución también acusó a Israel de provocar de forma deliberada una hambruna en el territorio y de convertir a su población en rehén de la ayuda humanitaria.
Además, criticó el silencio del presidente estadounidense, Donald Trump, sobre el sufrimiento de los más de dos millones de gazatíes en los últimos 24 meses como resultado de la guerra.
Según la Oficina Central Palestina de Estadísticas, durante el conflicto el Ejército israelí destruyó o dañó más de 190 mil edificios en el enclave costero.
De esa cifra unos 102 mil quedaron completamente destruidos, más de 17 mil fueron gravemente dañados y casi 42 mil sufrieron afectaciones moderadas.
Detalló que el número de viviendas dañadas superó las 330 mil a finales de septiembre de este año.
La Oficina señaló que la guerra en curso causó oleadas masivas de desplazamiento forzado, mientras que barrios enteros, incluidas torres residenciales y campos de refugiados, quedaron reducidos a escombros.
Recientes imágenes satelitales de la ONU mostraron la masiva destrucción de la ciudad de Gaza, la más grande de la Franja, como consecuencia de una ofensiva terrestre del Ejército israelí.
La Oficina de Prensa del gobierno del territorio denunció que Israel destruyó en los dos años de conflicto unas 268 mil viviendas, mientras otras 148 mil quedaron inhabitables y 153 mil fueron parcialmente dañadas.
Esta crisis provocó que la población de la Franja se viera obligada a vivir en tiendas de campaña donadas por la comunidad internacional, aunque debido a las inclemencias climáticas, los ataques y el uso continuo muchas ya están dañadas o en mal estado.
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