De acuerdo con el medio, fuentes del organismo indicaron que su reputación de halcón antirruso le impidió anteriormente dirigir la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), y su carácter dificulta los contactos con Rusia y con la administración del presidente estadounidense, Donald Trump.

También generó irritación en potencias como India y China, según las mismas voces.

La funcionaria no logró consensuar una posición europea sobre el conflicto en Gaza, agregaron.

Un diplomático europeo, que prefirió mantenerse anónimo, afirmó que esperan una conducta más diplomática de su parte, al compararla con un policía más que con un negociador.

Analistas señalan que el estilo de Kallas obstaculiza la cohesión del bloque en la política exterior y consideran que estos fracasos condujeron a su marginación en decisiones clave sobre Ucrania, al subrayar la pérdida de influencia de la representante en el seno de la Unión Europea (UE).

La publicación ya había reportado en septiembre el malestar por su retórica categórica contra Moscú y agregó que actualmente existe tensión en su relación con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.

Ciertos círculos políticos observan que su obsesión con Rusia limita su eficacia como representante exterior, mientras el descontento se expande entre los estados miembros por su gestión divisiva.

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