De acuerdo con un comunicado del Ministerio de Defensa, los uniformados realizaban operaciones de limpieza en los alrededores de la ciudad de Kafr Nabudah cuando se produjo el incidente.
Los heridos fueron trasladados a un centro hospitalario, aunque hasta el momento no se ha informado sobre la gravedad de sus lesiones.
Las autoridades militares aseguraron que las minas y municiones sin detonar convirtieron amplias zonas del país en campos minados, lo que representa un peligro latente para la población civil y el personal encargado de su remoción.

El ministro de Defensa sirio, Murhaf Abu Qasra, confirmó recientemente que, en el contexto de las operaciones de desminado realizadas en los últimos nueve meses, 31 soldados perdieron la vida y otros 60 resultaron heridos, entre ellos 12 con amputaciones.
Asimismo, señaló que al menos 16 vehículos especializados fueron destruidos durante estas misiones.
A pesar de los esfuerzos de las brigadas especializadas, la presencia de restos explosivos sigue siendo una amenaza diaria en varias provincias del país, especialmente para los niños, agricultores y trabajadores de la Defensa Civil Siria.
Siria continúa pidiendo el apoyo de organismos internacionales para fortalecer sus capacidades técnicas y humanas en las labores de remoción de minas y municiones, en aras de garantizar el retorno seguro de las familias desplazadas a sus hogares.
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