San Salvador tiene sus encantos (+Fotos)

San Salvador, 12 oct (Prensa Latina) Corría el mes de julio de 2022 y San Salvador aún vivía las tensiones de una guerra que desataron grupos de pandillas contra la población con gran número de víctimas inocentes.

Según el Ministro de Justicia, Gustavo Villatoro, 200 mil salvadoreños cayeron asesinados por esos grupos.

En marzo de ese año el gobierno logró que la Asamblea Legislativa aprobara el polémico régimen de excepción, criticado por opositores locales y expertos extranjeros, que suspendió varios derechos constitucionales y que según afirman las autoridades fue como una luz para recuperar la tranquilidad y la seguridad en este pequeño país que vivía en la zozobra.

En esos momentos aún era arriesgado adentrarse en lo que es el Centro Histórico de la capital, un reservorio de construcciones históricas, plazas y parques. La gente se recogía temprano y algunos comercios no se aventuraban a permanecer abiertos en la sombra de la noche.

Miles de vendedores en comercios improvisados llenaban calles y aceras en esa fecha, dicen que cerca de 30 mil. Caminar era pesado. Las mañanas comenzaban con el trasiego de mercancías, muchas provenientes de Panamá. Era un enjambre que se mantenía durante todo el día.

Tomando como referencia el kilómetro cero, a un costado de la Catedral Metropolitana, donde reposan los restos de Monseñor Romero, devenido en San Romero, el pastor del pueblo asesinado por los escuadrones de la muerte por su prédica por la paz y en favor de los más humildes, se extendían hacia todas las latitudes las ventas.

Aún era peligroso caminar hacia algunos lugares donde pasar una línea podía significar la muerte a manos de las pandillas.

Pero con el arribo al poder del presidente Nayib Bukele la situación cambió. La política gubernamental de seguridad llevó tras la rejas a cerca de 89 mil pandilleros y presuntos colaboradores.

Eso abrió la luz a fachadas de edificios antiguos y nuevas construcciones se sumaron a la historia durante el proceso de restauración.

Resurgió la Iglesia de El Calvario, un lugar obligado durante la Semana Santa, el Palacio de Gobierno, hoy museo, con su belleza constructiva surgió de entre centenares de comercio ambulantes que lo mantenían sitiado,

Allí ya comenzaban los planes para construir una nueva Biblioteca Nacional, donada por China, que hoy es sitio obligado de visitantes y muestra de modernidad, que agregó un nuevo atractivo a la cercana Plaza Barrios, sitio de encuentro de salvadoreños y de protestas populares.

En varias cuadras a la redonda los vendedores hacían del centro un lugar intransitable y peligroso.

Entre las construcciones a admirar está el Teatro Nacional donde la cultura fluye para alegría de salvadoreños y visitantes que hacen de la zona el mayor atractivo turístico durante las fiestas agostinas que comienzan a principios de mes de agosto, y durante una semana, hacen de la zona un lugar bullicioso.

El temor de antes fue sustituido por un ambiente de divertimiento, los comerciantes ambulantes fueron desplazados a otras zonas como el moderno Mercado San Miguelito, recién inaugurado por el presidente Bukele. Todo un despliegue de modernidad y ambición de llevar al país a estadios superiores.

Hay el Centro Histórico de la Ciudad es una invitación permanente para el nacional y el turista extranjero que en gran número acuden a disfrutar de plazas, restaurantes, museos, entre otros, secuestrados por vendedores ambulantes y pandilleros durante más de 30 años.

Ahora sin el temor a las pandillas, el recorrido puede hacerse entre dos y cinco horas, hay mucho que ver y siempre habrá una invitación a volver para sumergirse en la historia, la cultura, la naturaleza y conocer el diario vivir de la cotidianidad de los salvadoreños.

rgh/lb

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