En el escenario del National Day Hall, ASAKIVLEE electrizó la víspera al público con una vibrante actuación y su mezcla de ritmos tradicionales.
Marie Lyndsay Jason y Gina Théodat, declamaron poesía y la música callejera, que late en el corazón de la tradición popular haitiana, invadió el espacio, llevada por las percusiones de Ti Tanbou y las mezclas divertidas de DJ Manito.
Entre canciones, tambores y bailes, la energía del pueblo haitiano se impuso de forma natural, recordándonos que el arte sigue siendo un lenguaje universal.
«Haití continúa afirmando su lugar en el mundo, como un país de inspiración, innovación y gran cultura», elogió el primer ministro provisional, Alix Didier, citado por el diario Le Facteur Haiti.
El pabellón criollo, titulado Haití en siete lugares, recibió más de 400 mil visitantes, y fue diseñado como un espacio de intercambio e inmersión.
Ese sitio invita al público a descubrir facetas del país: desde el patrimonio histórico hasta la vitalidad artística, pasando por la creatividad de su juventud y la resiliencia de su gente.
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