La tensión no puede ser más elevada en suelo galo, donde la crisis política ha propiciado la caída de tres primeros ministros en 10 meses, incluyendo al propio Lecornu, quien renunció el 6 de octubre y cuatro días después aceptó el nombramiento del presidente Emmanuel Macron para continuar en Matignon.

Los partidos opositores Agrupación Nacional y La Francia Insumisa, tildados por el oficialismo como los extremos de la derecha y la izquierda, respectivamente, ya presentaron en la cámara baja mociones de censura para derribar al primer ministro, las que podrían votarse tan temprano como el jueves.

Según diversas estimaciones, restan solo una treintena de diputados para llegar a los 289 votos necesarios, la mayoría absoluta en el hemiciclo, para convertir a Lecornu en el primer ministro más efímero de las últimas casi siete décadas, un récord que ya él mismo estableció la semana pasada, con su dimisión con solo 27 días en el cargo.

Entre los temas que más expectativa despiertan en el discurso de esta tarde, pactado a las 15:00, hora local, destacan su posición sobre la reforma de la jubilación, que en 2023 llevó la edad de retiro de 62 a 64 años, y el impuesto a las grandes fortunas.

De momento el Partido Socialista parece tener en sus manos la continuidad o la caída del primer ministro, ya que aún no ha fijado su postura oficial respecto a la censura.

El líder de los socialistas, Olivier Faure, reiteró que si Lecornu no deroga la reforma, esa fuerza buscará su caída.

lam/wmr