Según la titular de la cartera, Fadhlina Sidek, las medidas se centran en la salud física y mental, la educación reproductiva y social, el consumo de drogas, la protección infantil, el bienestar docente y la participación estudiantil.
“Todas las oficinas estatales y distritales de educación fueron movilizadas para garantizar una aplicación práctica y eficiente”, declaró la ministra durante la sesión de preguntas en el Parlamento.
El ministerio revisará los avances cada 15 días, mediante reuniones entre altos funcionarios, docentes y alumnos para evaluar la efectividad de las acciones y recoger sugerencias.
La decisión responde a la creciente preocupación pública tras recientes hechos de violencia en centros educativos, lo que evidenció la necesidad de fortalecer la supervisión escolar, los mecanismos de denuncia y el apoyo a las víctimas.
Sidek subrayó que el Gobierno está comprometido con crear entornos escolares seguros y respetuosos, donde la protección de la niñez sea una prioridad nacional.
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