Según el parte del ente castrense publicado este viernes en su canal oficial de Telegram, 32 vehículos aéreos no tripulados fueron derribados sobre la península de Crimea; 13 en la región de Rosto; seis sobre las aguas del mar Negro; cinco en Briansk; dos en Moscú; y otros dos sobre Tula, así como uno en Kursk.
El gobernador de la República de Crimea, Serguéi Aksionov, comunicó por su parte que los aparatos no tripulados lanzados por los militares ucranianos, dañaron varias subestaciones eléctricas en el territorio. «Como resultado del ataque con drones, varias subestaciones eléctricas en el territorio de la República de Crimea sufrieron daños. En este momento se están realizando trabajos de restauración», escribió el alto cargo en su canal de Telegram.
El jefe regional añadió que informará más detalladamente sobre el tiempo de finalización de los trabajos de reparación y el suministro de electricidad más tarde en los recursos de información oficiales del Gobierno de la República de Crimea. Aksiónov llamó a todos a mantener la calma y confiar solo en fuentes oficiales de información.
En tanto, la agencia nacional del transporte aéreo, Rosaviatsia, informó de restricciones provisionales de vuelos en los aeropuertos de Kaluga, Samara, Krasnodar, Uliánovsk, Nizhnekamsk, Nizhni Nóvgorod, Sochi, Yaroslavl, Kazán, Sarátov, Izhevsk y Ufá en la última jornada con el objetivo de garantizar la seguridad de los pasajeros.
Desde el 24 de febrero de 2022, Rusia lanzó una operación militar especial en Ucrania, según el presidente, Vladimir Putin, para proteger a la población de «un genocidio por parte del gobierno de Kiev» y atajar los riesgos de seguridad nacional.
Los ataques con drones lanzados desde Ucrania contra objetivos militares y civiles en la retaguardia rusa se han convertido desde entonces en una práctica habitual.
Las provincias rusas limítrofes con Ucrania, como Bélgorod, Briansk, Kursk y Vorónezh, así como la península de Crimea, denuncian regularmente impactos de proyectiles, incursiones de drones y otros ataques desde el otro lado de la frontera, que obligan a la población a buscar refugio en otros lugares.
Durante los últimos meses, Ucrania centró sus ataques con drones en refinerías, depósitos de combustible y otras instalaciones de la industria petrolera de Rusia, principalmente en las provincias fronterizas, pero también en zonas más remotas como Nizhni Nóvgorod, Baskortostán o Tartarstán.
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