La portavoz de Madres contra la Guerra, Sonia Santiago Hernández, destacó la valentía de la joven veterana de guerra de la Armada estadounidense al denunciar las atrocidades que contra el pueblo palestino comete el gobierno hebreo en complicidad con la nación norteña.

A pesar de que se trataba de una misión humanitaria internacional que intentó llevar alimentos, agua y medicina a la Franja de Gaza, donde la población es víctima del más atroz genocidio de nuestros tiempos, Morales Rivera fue sometida, al igual que otros apresados por militares israelíes en aguas internacionales, a sistemática tortura, dijo Madres contra la Guerra.

Santiago Hernández explicó a Prensa Latina, en San Juan, que la veterana de guerra, nacida y criada en Puerto Rico, ha tenido un despertar ante las atrocidades que se cometen contra pueblos indefensos con el falso propósito de proporcionarle una mejor vida y libertad.

“Zuleyka denuncia sin temor la barbarie a que el imperialismo somete, como sostén militar de Israel, al pueblo de la Palestina”, agregó la portavoz de Madres contra la Guerra.

La joven relató, por su parte, que “la misión se siente muy surrealista; solo después de algunas horas me doy cuenta de la magnitud de lo que estábamos viviendo”, quien se motivó a formar parte de la flotilla a invitación de un amigo en Barcelona, España.

Aclaró que su decisión no fue impulsiva, sino nacida de una conciencia profunda de justicia y de reparación histórica.

“Cuando ingresé a la Infantería de Marina de Estados Unidos desde Puerto Rico, lo hice sin plena conciencia de la opresión colonial a que estamos sometidos, pero después entendí que estos sistemas están diseñados para ponerse en nuestra contra y tenemos que hacer algo al respecto”, expuso a su llegada al aeropuerto internacional de Isla Verde, en el contiguo municipio de Carolina.

Durante la travesía en la flotilla hacia Gaza, Morales Rivera describió momentos de hermandad y esperanza, como cuando “en alta mar, nos gritaban desde barcos civiles ‘¡Palestina libre! ¡Palestina libre!’, y sentíamos una solidaridad muy fuerte entre quienes veníamos de 44 países distintos”.

Reconoció que la tripulación de la embarcación en que viajaba hacia Gaza estaba plenamente consciente de los riesgos a que se exponían, ante la ferocidad demostrada por las fuerzas militares del gobierno de Benjamín Netanyahu.

“Podemos esperar cualquier cosa de ellos, porque así son”, dijo sobre la posible reacción del gobierno israelí cuando se aproximaran a Gaza, a la vez que reveló que “realizamos reuniones diarias para ver los posibles escenarios”.

Aún con ese peligro, Rivera Morales reafirmó el sentido moral de la misión que emprendieron, por lo que “cada día que pasaba sin que intentamos parar este genocidio, perdemos parte de nuestra humanidad colectiva”.

Cuando la Armada israelí interceptó la Flotilla Sumud antes de que pudiera llegar a Gaza, Zuleyka Morales Rivera fue detenida y torturada junto a otras personas solidarias, por lo que ahora considera necesario continuar denunciando la impunidad con la que Israel violenta el derecho internacional y los principios más elementales de humanidad.

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