Al término de las acciones ante el joven salvadoreño Uriel Canjura (21-19, 13-21 y 21-12), a una pregunta de Prensa Latina, el zurdo chapín, a quien se le vio bien físicamente a sus 38 años, explicó que esa parte en este deporte, como en cualquiera, es fundamental.
Ya después a la hora de competir, lógicamente, viene lo mental, sólo que la primera es muy importante porque eso ayuda a que la segunda esté mejor o más motivada, subrayó el cuarto lugar olímpico en Tokio 2020.
En eso nos hemos enfocado este tiempo, de que siempre esté la parte física para que a la hora de cerrar partidos como pasó en esta ocasión se termine así y se pueda disfrutar de una medalla, remarcó el natural del departamento de Zacapa.
Preguntado por esta agencia si este disfrutado duelo sería su cierre de año, aclaró que aún le faltan dos torneos más, “la prioridad lógicamente son los Juegos Centroamericanos, pero también mi ranking mundial”.
Ambos tienen que ir de la mano, “después de los Olímpicos del año pasado, tuve un tiempo por la lesión de no jugar y mi posición bajó” (ahora está en el 84 universal), amplió uno de los símbolos de la delegación azul y blanca.
Gracias a Dios concluyo de esa manera este año tan bonito y tan especial, enfatizó el múltiple medallista en Juegos Centroamericanos, del Caribe y Panamericanos.
Luego me estaría preparando para 2026, estoy ciento por ciento ahí para volver a representar a esta nación a mediados del año en República Dominicana, afirmó.
Este tipo de apoyo (tras sentir el color de una afición que repletó el capitalino Coliseo Deportivo y no dejó de animarlo) es algo diferente y especial, comentó.
Dedicó al triunfo a Dios, que le da la oportunidad de jugar desde 2013, con su lesión de rodillas, y siempre le da una segunda oportunidad, a su familia y al pueblo de Guatemala.
Cordón reconoció que en el segundo set se desconcentró, “es inevitable, yo siempre he dicho que antes de ser profesional uno es humano y uno no se puede controlar las emociones, las que a veces ayudan y otras afectan, y a mí me afectó”.
Pidió perdón si se vio mal (reclamó un punto a la árbitro y se salió de forma luego), pero ya en el tercero le dijeron los entrenadores, borrón y cuenta nueva.
Sobre su rival, aseveró a Prensa Latina que lo respeta, “él viene de un país que también lastimosamente no es fuerte o no es conocido lo que es el bádminton” y por sus medios y con el apoyo recibido ha logrado cosas importantes.
Recordó que Canjura consiguió ser el primer salvadoreño en transitar a los Juegos Olímpicos y de una manera impecable, “o sea, él llegó bien, no fue por suerte como se conoce, sino que abrió esa brecha”.
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