Según el organismo, las hostilidades en el este congoleño continúan afectando a la población civil y devastando infraestructuras críticas, con más de un tercio de todos los centros de salud destruidos, saqueados o abandonados, sólo en Kivu Norte, dejando a millones de personas con acceso limitado a la atención médica.
Tal situación provoca que el resto de las instalaciones estén saturadas y enfrenten una grave escasez de suministros esenciales, incluyendo kits para sobrevivientes de violencia sexual, tratamientos contra el cólera y vacunas de rutina.
La OCHA indicó, además, que en Kivu Norte y Kivu Sur el 85 por ciento de las instituciones sanitarias están afectadas por la escasez de medicamentos y el 40 por ciento sufre el éxodo del personal.
La situación es más tensa debido a las epidemias que afectan el este congoleño, donde desde principios de año los socios sanitarios han registrado más de ocho mil 600 casos de cólera, ocho mil casos de Mpox y más de 10 mil 500 casos de sarampión.
Añadió el reporte que, sin una acción urgente, podrían producirse más de seis mil muertes evitables hasta finales de año, así como se proyecta un aumento del 40 por ciento en la mortalidad materna en las zonas más afectadas.
“Es fundamental que todas las partes cumplan con sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario de proteger a los civiles y la infraestructura civil, incluidas las instalaciones de salud, y de garantizar el acceso seguro y sin obstáculos de los asociados humanitarios”, apuntó la OCHA.
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