El estado de Sao Paulo lidera la cifra de fallecidos con seis casos. Le siguen Pernambuco (dos) y Paraná (uno). Siete perdidas de vida están bajo investigación: una en Sao Paulo, tres en Pernambuco, una en Mato Grosso do Sul, una en Minas Gerais y una en Paraná.
Otros 27 informes de expiración fueron desestimados. El país notificó 47 casos confirmados de intoxicación.
Sao Paulo continúa con el mayor número de informes, con 38 casos, y 19 están bajo investigación. Se ubican después Pernambuco (tres), Paraná (cinco) y Rio Grande do Sul (uno). El país investiga 57 casos sospechosos.
Los expedientes se distribuyen en Sao Paulo (19), Pernambuco (26), Río de Janeiro (dos), Piauí (tres), y uno respectivamente en Mato Grosso do Sul, Goiás, Paraná, Bahía, Minas Gerais y Tocantins.
Determinada literatura médica asegura que el metanol es perjudicial para la salud y puede causar diversos síntomas. La exposición a cantidades significativas puede provocar náuseas, vómitos, dolor de cabeza, visión borrosa, ceguera permanente, convulsiones, coma, daño permanente al sistema nervioso o la muerte.
En algunos casos, la sustancia se añade ilegalmente al combustible como una alternativa más económica al etanol.
Consumir pequeñas cantidades puede causar intoxicación.
Según expertos, la toxicidad del metanol está relacionada con la dosis consumida y cómo el cuerpo la procesa.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades advierten que aproximadamente 10 mililitros de metanol puro pueden causar ceguera y 30 resultan letales.
El metanol es un alcohol líquido incoloro, también conocido como metílico.
Aunque su apariencia es similar a la del etanol, no debe confundirse con el alcohol utilizado en bebidas.
Desde el 29 de septiembre, la Policía Civil de Sao Paulo, epicentro de la contaminación, confiscó 16 mil botellas.
Una de las hipótesis es que el popularmente conocido como alcohol de madera se utilizó para lavar envases de bebidas falsificadas y otra que se usó para aumentar el volumen de las bebidas.
Ante la gravedad de los hechos, el gobierno paulista orientó a bares, restaurantes y distribuidores a verificar estrictamente la procedencia de lo que comercializan.
Pidió a los consumidores que adquieran solo productos certificados y en envases con rótulo y sello de seguridad.
Las investigaciones avanzan en dos frentes: confirmar la causa de las pérdidas humanas y seguir rastreando la ruta del metanol ilegal.
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