La Conferencia de Naciones Unidas sobre el Clima (COP) «no trata solo del medio ambiente, sino del clima», afirmó el ministro de Ciudades, Jader Filho, en el programa Bom Dia, producido por la estatal Empresa Brasileña de Comunicación.
Pidió mostrar al mundo en la COP30, prevista para celebrarse en noviembre en Belém, capital del norteño estado de Pará, «que en las ciudades amazónicas viven personas y la mayoría de la población de la región vive en áreas urbanas».
Con esa visión, Brasil busca ampliar el enfoque tradicional de las conferencias climáticas para incluir los desafíos sociales, urbanos y de infraestructura que afectan directamente a la población amazónica. El objetivo: vincular justicia ambiental con la social.
Filho subrayó que la preparación de las urbes para enfrentar los impactos de eventos climáticos extremos es tan urgente como la conservación del bosque.
«Necesitamos hablar de descarbonización del transporte público, del tratamiento del alcantarillado y de cómo preparar las ciudades para eventos extremos como vimos en Rio Grande do Sul», indicó.
Entre las principales políticas del gobierno, destacó el programa Código Postal para Todos, una alianza entre el Ministerio de Ciudades, Correos y la Secretaría Nacional de Periferias, que busca formalizar barrios marginados otorgándoles códigos postales oficiales.
«Puede parecer impensable, pero todavía había familias que no tenían un código postal para recibir un paquete, hacer una compra en línea o matricular a sus hijos en la escuela», relató. «Es un paso importante para llevar dignidad y derechos a las familias», recalcó.
Respecto a la infraestructura, el ministro certificó que el saneamiento básico sigue siendo una de las prioridades del Gobierno federal.
«Necesitamos invertir cada vez más en tratamiento de aguas residuales y en abastecimiento de agua», sostuvo.
En ese marco, la administración de Luiz Inácio Lula da Silva seleccionó proyectos del nuevo Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC) que priorizan obras de infraestructura, movilidad y acceso al agua potable en regiones desatendidas, especialmente en la Amazonia.
La perspectiva del Ejecutivo es clara: enfrentar la crisis climática no solo desde la protección ambiental, sino también desde la inclusión urbana y social.
«El clima también se trata de cómo viven las personas», enfatizó Filho.
Con la COP30 acercándose, Brasil espera que Belém sea no solo la sede de negociaciones ambientales, sino también el escenario para replantear la manera en que el mundo entiende y actúa sobre el cambio climático.
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