La diputada dijo en una entrevista con el semanario Le Nouvel Observateur que su aspiración al Elíseo es “un acto de amor por Francia”.
No se puede querer al país y permitir que sufra tanto, consideró la política de 39 años, una de las figuras principales de la izquierda tras su llegada a la jefatura de EELV en diciembre del 2022.
Tondelier tiene todavía que ser confirmada por su partido en diciembre, y su candidatura sería más bien un anuncio de intención de competir en unas eventuales primarias para escoger a un representante unificado de la izquierda, escenario que no se vislumbra para nada fácil por la confrontación entre los socialistas y La Francia Insumisa (LFI).
A juicio de la dirigente, la mejor solución de cara al objetivo de una candidatura única serían las primarias, de momento descartadas por los líderes de LFI, Jean-Luc Mélenchon, y Plaza Pública, Raphaël Glucksmann.
Las encuestas para las presidenciales del 2027 sitúan a Mélenchon y Glucksmann como las principales opciones de la izquierda, con hasta un 15 por ciento de las intenciones de voto, codo a codo con los posibles aspirantes del bloque oficialista, Édouard Philippe o Gabriel Attal, pero bien lejos de Marine Le Pen y Jordan Bardella (32-34 por ciento), las figuras de Agrupación Nacional (RN), fuerza identificada con la extrema derecha.
A juicio de Tondelier, la lucha sin ceder entre Mélenchon y Glucksmann solo provocará que la izquierda quede fuera del balotaje, al que avanzarán los dos políticos más votados de la primera ronda.
Con un año y medio por delante, los aspirantes confirmados no son muchos, la líder de RN, Le Pen, quien espera el veredicto de su apelación a la condena a prisión sin internamiento e inhabilitación política por desvío de fondos públicos, Philippe y los ex integrantes de LFI Clémentine Autan y François Ruffin.
mem/wmr





