Sanz cedió en octavos de final ante la rusa Aryna Dzemchanka Martynava (bajo bandera neutral) por criterio de la primera acción ofensiva tras un empate 4-4, fue «arrastrada» al repechaje con el avance de su rival hasta la final.
En esa instancia, la antillana tendrá un reto de máxima exigencia frente a la ucraniana Oksana Khomenets, una de las grandes favoritas. De vencerla, la cubana pelearía por la medalla de bronce frente a la turca Emine Cakmak.
La también cubana Gleidy Bencosme quedó fuera de la repesca ayer, al perder en semifinales su victimaria, la ucraniana Aida Kerymova, ante la estadounidense Audrey Jiménez (5-2). Aun así, su desempeño resultó alentador y reafirmó su potencial internacional y la proyección que le distingue dentro de la joven hornada de la lucha femenina cubana.
El combate de Yainelis Sanz se celebrará mañana viernes, cuando buscará mantener viva la aspiración de subir al podio y confirmar el empuje de Cuba en las categorías emergentes de este deporte.
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