El secretario general del organismo regional, Ahmed Aboul Gheit, denunció ambas iniciativas y llamó a la comunidad internacional a enfrentar “esas tendencias extremistas”.
Alertó que el silencio ante tales acciones alentará a la extrema derecha y a los grupos de colonos israelíes a continuar con su plan de crear una nueva realidad sobre el terreno mediante la anexión de tierras palestinas.
Aboul Gheit insistió en la necesidad de aplicar sanciones contra ese país, que incluya un boicot económico contra todos los bienes y servicios de las colonias judías en la Ribera Occidental.
Ese necesario enviar un mensaje unificado de que “la anexión es rechazada globalmente y no será aprobada”, subrayó.
En similar sentido se pronunció el Parlamento Árabe, que calificó ambos proyectos de ley como una clara violación de las normas internacionales y una amenaza a la seguridad regional.
El presidente del legislativo, Mohammed Al-Yamahi, afirmó que estas medidas constituyen “un intento flagrante de anexar territorios palestinos por la fuerza” y un ataque a la solución de los dos Estados.
También representa una escalada de la política colonial de ese país, y además provocará el “desplazamiento forzado y una limpieza étnica contra el indefenso pueblo palestino”, advirtió.
Al-Yamahi exhortó al mundo, incluido al Consejo de Seguridad de la ONU, a asumir sus responsabilidades legales, morales y políticas para enfrentar esas iniciativas.
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