Cedeño, oriundo de Santiago de Cuba, recordó cómo conoció las obras de la escritora en la universidad a través de una amiga; tras graduarse en la carrera de Periodismo, viajó a La Habana para contactarla.

Dulce María Loynaz le concedió una entrevista en el año 1994, pese a que le advirtieron que conversar con la intelectual sería casi imposible.

Por favor joven solo una hora, las entrevistas me agotan mucho y acérquese, el oído me empieza a fallar, le dijo la poetisa al recibirlo; estaba, además, operada de cataratas en ese momento.

¡Una hora y yo quería hablarle de tantas cosas!, reflexionó Cedeño.

La legendaria escritora cubana le habló sobre sus primeros años, cuando jugaba a improvisar versos con sus hermanos (Enrique, Carlos y Flor) y de cómo todos se convirtieron en poetas; de su segundo esposo, el periodista Pablo Álvarez de Caña, y también sobre el Premio Miguel de Cervantes (1992) que recibió, el máximo galardón de la literatura hispanoamericana.

Como periodista joven y recién graduado, yo quería que hablara de cosas que no hubiera dicho nunca, y ella me respondió: espero que tengas la suerte de encontrarlas, relató Cedeño.

Pensé que la entrevista terminaría allí debido a mi atrevimiento, pero Dulce María me dio un gran regalo, confesó.

Me dijo: gracias a ustedes -los periodistas- estaremos vivos después de que la tierra nos cubra.

Enriquecieron el encuentro la orquesta juvenil de guitarras Nuevas Liras y del cantante Leo Rey.

Como parte de la tradición, algunos asistentes y el invitado declamaron poemas de Dulce María Loynaz; luego Cedeño leyó sus propios versos, recogidos en su libro Tejiendo un país.

Tertulias en el jardín se concibe desde hace un año como un ambiente mensual literario para vivir las tardes en poesía, dedicado siempre a la célebre poetisa Dulce María Loynaz.

En ocasiones anteriores protagonizaron el espacio los intelectuales Miguel Barnet, Pedro Simón, Waldo Leyva, Virgilio López Lemus y la sobrina de Loynaz, María del Carmen Herrera.

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