En una declaración conjunta, Ramaphosa y el primer ministro Anwar Ibrahim sellaron ese compromiso, que busca transformar la solidaridad histórica entre ambas naciones en una asociación económica dinámica y de beneficio mutuo.

Según un comunicado oficial difundido aquí, los líderes identificaron áreas de colaboración prioritaria que incluyen agricultura, comercio, inversiones, defensa, ciencia, tecnología, innovación, educación, turismo y construcción de capacidades. Subrayaron que esta cooperación ampliada reportará beneficios tangibles para sus pueblos y contribuirá al desarrollo sostenible.

En el ámbito comercial, se impulsará la participación de empresas en ferias, exposiciones y foros de negocios.

Según el texto, Malasia expandirá las exportaciones de su aceite de palma certificado como sostenible (MSPO) para satisfacer la creciente demanda sudafricana. Ambas partes explorarán empresas conjuntas y transferencia de tecnología en este sector.

Un eje de cooperación tecnológica se centrará en la fabricación de semiconductores, aprovechando la posición de Malasia como centro global exportador.

Sudáfrica, por su parte, promoverá exportaciones de hierro, componentes aeroespaciales y maquinaria, e incentivará inversiones malasias en hidrógeno verde, infraestructura energética y beneficio de minerales.

Durante la visita, en el plano geopolítico, ambos mandatarios condenaron enérgicamente el genocidio israelí en Gaza y reafirmaron el derecho inalienable del pueblo palestino a la autodeterminación y a un Estado independiente y viable.

En ese sentido, exigieron un alto al fuego inmediato, incondicional y permanente, la protección de civiles y el flujo sin obstáculos de ayuda humanitaria.

Abogaron asimismo por una solución diplomática basada en los esfuerzos multilaterales y reafirmaron la necesidad de defender el orden internacional sustentado en la Carta de la ONU, incluidos el respeto a la soberanía y la integridad territorial.

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