Ese afecto y esa admiración fueron expresados, no solo por un público que conoció a Silvio Rodríguez desde sus inicios, sino por seguidores de tres generaciones, y había entre el público grupos familiares de abuelos, hijos y nietos que admiran y disfrutan del juglar cubano y su mensaje insobornable.
El trovador comenzó el concierto con una introducción poética dedicada al apóstol José Martí e interpretó canciones de su extenso repertorio, haciendo un recorrido desde sus primeros discos hasta el último, “Quería Saber”.
Rindió homenaje a sus amigos y compañeros fundadores del Movimiento de la Nueva Trova, Vicente Feliú, Noel Nicola y Pablo Milanés, cantando temas emblemáticos de los tres, acompañado de su hija Malva.
En otro momento, se solidarizó con la causa Palestina, al dar lectura a un poema de Luis Rogelio Nogueras dedicado a ese pueblo y vestir simbólicamente una kufiya o manta tradicional palestina, en medio de aclamaciones del público.
Cada canción, igual las clásicas como las nuevas, era coreada a todo pulmón por los asistentes, que le agradecían el deleite tras cada uno de los temas, llenando de calor el local Costa 21, ubicado a poco metros del estruendo de las olas del Pacífico.
Se hicieron sentir los vivas a Cuba, que expresaron la solidaridad con la isla acogotada por el bloqueo estadounidense; solidaridad que comparte el mundo, que se apresta poner en el banquillo nuevamente a Washington en las Naciones Unidas.
El trovador dedicó además una de sus canciones al fallecido expresidente de Uruguay José Mujica.
El entusiasmo del público fue tal que, cuando el poeta-cantor terminaba el concierto, nadie se movía de sus asientos y de pie los asistentes pedían, una canción más que tampoco fue suficiente, pues fueron tres las veces que Silvio regresó al escenario, envuelto en la bandera cubana y accediendo al clamor de la gente.
Cuando la multitud se retiraba, paladeando todavía las canciones, muchos se quedaron esperando a que Silvio saliera, para reiterarle una vez más el homenaje y el cariño, como retribución por sus eternas canciones.
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