Durante una reciente entrevista con el programa Bom Dia, Ministro, producido por la estatal Empresa Brasil de Comunicación, el titular de Desarrollo y Asistencia Social, Familia y Combate al Hambre, Wellington Dias, presentó un resumen de las políticas sociales del Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.
Según Dias, en solo dos años, el país logró liberar esa cifra de personas del hambre y el objetivo del Gobierno no es solo garantizar alimentos para las poblaciones vulnerables, sino también crear las condiciones para evitar que esta situación se repita.
«Si te unes a Bolsa Família una vez, nunca volverás a pasar hambre. Si pierdes tu trabajo, regresas automáticamente al programa», explicó.
Ponderó que Brasil alcanzó la tasa de pobreza más baja de la historia reciente, reduciéndose del nueve por ciento en 2022 al cuatro en 2025. También precisó que 14 millones de brasileños salieron de la pobreza.
Uno de los pilares de este progreso es el fortalecimiento del programa Bolsa Familia, que actualmente beneficia a núcleos con un ingreso per cápita inferior a 218 reales (un poco más de 40 dólares).
Para el ministro, el 98 por ciento de las nuevas vacantes de empleo formal en 2024 fueron cubiertas por personas inscritas en el Registro Único.
Además, medidas como el Programa de Adquisición de Alimentos, que compra directamente a las explotaciones agrícolas familiares y abastece a guarderías, escuelas y programas sociales, ayudan a estimular la producción local, reduciendo la dependencia de las canastas básicas.
Otro punto notorio fue el anuncio del programa Gas Popular, que se espera beneficie a hasta 17 millones de familias vulnerables.
A diferencia de la ayuda anterior, que distribuía pagos en efectivo, el nuevo modelo garantiza la entrega directa de cilindros de gas en más de 55 mil puntos de distribución en todo el país.
«Hablamos de casi 50 millones de personas beneficiadas, con logística asegurada incluso en comunidades indígenas, ribereñas y quilombolas (afrobrasileñas)», declaró Dias.
Manifestó que, en combinación con otras iniciativas como la Tarifa Social de Energía y el Programa de Ahorro Estudiantil, el beneficio representa un menor gasto presupuestario para las familias más pobres.
En el ámbito internacional, el ministro elogió la participación de Brasil en la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, lanzada por Lula.
Su finalidad es apoyar los planes nacionales en los países en desarrollo y brindar seguridad alimentaria, salud y educación a 500 millones de personas para 2030.
De cara al futuro, Dias argumentó que la educación es la base para consolidar el progreso social.
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