Al intervenir en el Consejo de Defensa Nacional, el mandatario subrayó que “aún no ha pasado el peligro” pese a que el ciclón ya abandonó el territorio nacional.

Díaz-Canel reconoció los esfuerzos desplegados para proteger a la población y resaltó que la ausencia de pérdidas humanas en el oriente del país es resultado de la “participación, la organización y el cumplimiento de las indicaciones” del sistema de Defensa Civil.

Advirtió, sin embargo, que persisten riesgos derivados de los efectos secundarios del fenómeno como los vientos residuales, la saturación del suelo, el desbordamiento de ríos, derrumbe de puentes, interrupción de servicios básicos y posibles brotes epidemiológicos por la contaminación de fuentes de agua.

Ante ello, el jefe de Estado llamó a priorizar el saneamiento ambiental, el control sanitario y la evaluación rigurosa de daños.

Entre las tareas inmediatas, enumeró el restablecimiento progresivo de los servicios de electricidad, agua potable y comunicaciones y el retorno ordenado de los evacuados a sus hogares una vez garantizada la seguridad.

Además, mencionó la reanudación de los servicios de salud y educación; y la protección de la producción agrícola, en especial los cultivos de café y la zafra azucarera, cuya preparación ya estaba en curso.

Durante el Consejo de Defensa Nacional, el secretario de Organización del Partido Comunista Cuba, Roberto Morales, enfatizó en la necesidad de mantener una información sistemática a la población.

Morales instó a implementar puntos comunitarios con sistemas de audio, televisión y radio que permitan mantener el flujo informativo. Asimismo, llamó a la movilización de todo el pueblo, con un papel protagónico de los jóvenes, para participar en el proceso de recuperación.

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