En un comunicado, la cartera se refirió a una disminución del producto interno bruto (PIB) de 0,3 por ciento a tasa trimestral, con cifras ajustadas por estacionalidad, en un contexto de incertidumbre comercial y cautela por parte de empresas y hogares.

Según agregó, el consumo privado sumó a julio un crecimiento de 1,8 por ciento, impulsado por el dinamismo de bienes importados (+10,4 por ciento), ante la apreciación del tipo de cambio, y la solidez del consumo de servicios (+0,5).

La inversión fija bruta acumuló hasta el séptimo mes del año una disminución de 1,3 por ciento con respecto al cierre de 2024, con cifras desestacionalizadas, un reflejo de la cautela de los inversionistas ante el entorno internacional.

Por otra parte, la inflación general se ubicó en 3,6 por ciento anual, por debajo del promedio del segundo trimestre, derivado de la caída del componente no subyacente –en particular, frutas y verduras-, mientras el mercado laboral continuó mostrando fortaleza.

También el sector externo se mantuvo resiliente, apoyado por el dinamismo de las exportaciones manufactureras no automotrices y el crecimiento de las importaciones no petroleras, y la inversión extranjera alcanzó un nuevo máximo histórico de 34,3 mil millones de dólares en el primer semestre.

Además, apuntó la cartera, el sistema financiero permaneció sólido y estable, con una banca bien capitalizada y baja morosidad y, al cierre de septiembre, el tipo de cambio se ubicó en 18,31 pesos por dólar, lo cual representó una apreciación trimestral de 2,4 por ciento.

Hacienda destacó especialmente que, al cierre de septiembre, los ingresos del gobierno federal aumentaron 9,2 por ciento real anual, el mayor crecimiento para un lapso similar desde 2016, atribuido al avance sostenido de la recaudación tributaria.

El gasto público priorizó recursos para protección social y educación, con aumentos de 6,1 y 4,9 por ciento real anual, respectivamente, lo que permitió un despliegue oportuno de los programas sociales.

La deuda pública se mantuvo en un nivel bajo y estable, de 49,9 por ciento del PIB, por debajo del 51,3 observado en diciembre de 2024.

De acuerdo con la secretaría, la solidez de las finanzas públicas ha permitido mantener acceso a financiamiento en condiciones favorables y preservar el grado de inversión ante las principales agencias calificadoras.

lam/las