También en el encuentro en esta capital, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, adelantó asimismo que se procederá al cierre de la Fundación Franco y al desmantelamiento de símbolos, esculturas y placas que hacen los al franquismo y su dictadura.
En la cita, Laura García Lorca, sobrina del poeta granadino, asesinado por el franquismo, clamó por mantener viva la memoria y enaltecer siempre el tributo al legado indestructible de sus víctimas.
La jornada, denominada ‘Día de Recuerdo y Homenaje a todas las víctimas del golpe militar, la Guerra y la Dictadura’, permitió a Sánchez informar que el próximo Consejo de Ministros va a conceder la nacionalidad española a los casi 170 descendientes de miembros de las Brigadas Internacionales que la han solicitado.
Será en apego a lo dispuesto en la Ley de Memoria Democrática.
“Para la España libre y democrática que somos, será un honor poder llamarles compatriotas” y al reconocerles este derecho, estamos apelando a la defensa misma de la democracia en un tiempo de amenaza e involución en todo el mundo”, sentenció el jefe del Ejecutivo.
Asimismo, expresó el compromiso de acelerar el procedimiento para la disolución de la Fundación Francisco Franco y la publicación, antes de que termine noviembre, del catálogo símbolos y elementos contrarios a la memoria democrática.
“La democracia no caería del cielo ni llegaría por decreto: había que arrancarla del suelo, construirla desde abajo, con tesón, con sacrificio, con generosidad. Por tanto, la libertad nunca fue un regalo, fue una conquista de toda la sociedad española”, apostilló el gobernante.
Todas estas iniciativas, deslizó Sánchez, se emprenden ante a “lenta pero constante deslegitimación de la democracia que empieza llamando al revisionismo concordia” y “termina ignorando que en algunos edificios instituciones se torturó hasta el final”.
Reconoció que hay una “ofensiva que no sólo busca falsear la historia, sino sentar las bases para demoler las libertades que tanto nos costó levantar. Y no vamos, por tanto, a ceder un ápice en la defensa de esas libertades”.
A su turno, Laura García Lorca pidió mantener viva la memoria de su tío y de otras víctimas de la guerra civil y el franquismo, y recalcó que el asesinato del poeta demostró que la cultura y libertad de pensamiento ‘pueden ser perseguidas, pero no se destruyen’.
Junto a una veintena de personas, Lorca fue objeto de los homenajes en el acto organizado por el Gobierno, cuya sobrina agradeció a Sánchez ‘su compromiso con la memoria democrática y por entender que la reparación moral es un deber’.
Laura García Lorca remarcó que la muerte de su tío, asesinado en agosto de 1936, al inicio de la guerra civil, ‘se convirtió en símbolo del horror, pero también en una advertencia ante la intolerancia.
‘Durante muchos años la esperanza se veía lejana, pero la memoria paciente, tenaz, ha seguido su camino. Ha pervivido en los archivos, en la poesía, en las fosas, en las manos de los familiares que nunca dejaron de recordar, de buscar’, palabras que merecieron una sentida ovación.
‘Hoy, al recibir este reconocimiento, no pensamos solo en Federico sino en las decenas de miles de mujeres y hombres que perdieron la vida, la libertad o el derecho a su palabra; en quienes fueron fusilados, encarcelados, exiliados, depurados o condenados al silencio y también al exilio interior durante años (…)”, anotó.
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