La plaga, detectada hace meses en el sur de este país latinoamericano, resulta el argumento esgrimido por las autoridades estadounidenses para mantener cerrada la línea divisoria a la importación de ganado proveniente de esta nación, pese a la disminución de los casos.
Según un comunicado de Agricultura, Rollins resaltó los grandes avances alcanzados y la cooperación bilateral en este ámbito, a nivel tanto político como de las agencias sanitarias del Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal de aquel país y el Senasica de México.
Entre los temas abordados, destaca el fortalecimiento de la coordinación en torno al gusano barrenador y a otros asuntos de sanidad animal, y además, la identificación de áreas de colaboración en el marco de la próxima revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá.
Berdegué subrayó la importancia de mantener la confianza, certidumbre y respeto a las reglas como principios que impulsan el desarrollo de una integración agroalimentaria sólida entre las tres naciones de Norteamérica.
El titular reiteró que su país busca más comercio, integración y cooperación, en beneficio de los productores y los consumidores.
Ambos dialogaron también sobre las prioridades y oportunidades del comercio agroalimentario bilateral y coincidieron en que resulta motor de las dos economías y asegura a industrias y consumidores el acceso a insumos y a productos de alta calidad, seguros y a precios convenientes.
Previo a la reunión, la delegación estadounidense visitó el Centro de Operaciones de Emergencias, donde el director del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), Javier Calderón, enfatizó la importancia de la inteligencia sanitaria.
Agregó que el organismo colecta, interpreta y modela datos a fin de anticipar riesgos y con base en ello, coadyuva a mitigarlos.
Berdegué resaltó el papel de la colaboración binacional en materia de sanidad e inteligencia epidemiológica, especialmente frente a las amenazas transfronterizas que pueden afectar la producción pecuaria en ambos países.
“El encuentro, en el que participaron altos funcionarios de ambos gobiernos, representó un nuevo paso en el fortalecimiento de una relación agrícola sólida y de largo plazo, que sustenta miles de empleos y contribuye a la seguridad y estabilidad alimentaria de la región”, apuntó el comunicado.
Según añadió, los dos países son socios estratégicos en la construcción de un sistema alimentario norteamericano seguro, sostenible y competitivo.
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