De acuerdo con el más reciente informe ofrecido por el Departamento de Gestión de Diques y Prevención y Control de Desastres Naturales, las anegaciones y deslizamientos de tierra causaron también heridas a 76 ciudadanos, derrumbaron 104 viviendas y dejaron otras 80 mil inundadas.
Por otra parte, más de 10 mil 800 hectáreas de arroz y otros cultivos resultaron dañados, decenas de miles de cabezas de ganado y aves de corral fueron muertas o arrastradas por la corriente, y numerosas carreteras, canales, riberas y zonas costeras resultaron erosionadas o sufrieron daños.
La situación es crítica en la provincia de Quang Tri, donde según el Comité Directivo Provincial de Defensa Civil más de 164 zonas permanecen inundadas y 198 hogares se encuentran aislados, además de registrarse siete fallecidos y dos desaparecidos, así como 51 deslizamientos de tierra. En la ciudad de Hue, en tanto, los niveles de agua en los principales ríos de comenzaron a descender, pero la situación continúa siendo preocupante en varias zonas afectadas por las inundaciones.
Hasta las 17:00 (hora local) de este lunes más de 54 mil 600 viviendas permanecían inundadas en toda la urbe, mientras se contabilizaron 38 deslizamientos de tierra graves.
A la compleja coyuntura provocada por las intensas lluvias y las consecuentes inundaciones se suma hoy la amenaza que para las regiones centro y sur de Vietnam representa la tormenta número 13 de la actual temporada, bautizada como Kalmaegi.
Ante esta situación, el primer ministro Pham Minh Chinh, ordenó hoy la movilización preventiva de todo el sistema político y las fuerzas armadas para enfrentar al tifón, que se prevé impacte con gran fuerza las zonas costeras y marítimas desde la ciudad de Da Nang hasta la provincia de Khanh Hoa. El jefe de Gobierno vietnamita orientó a los ministerios, sectores y comités populares de las provincias y ciudades en la trayectoria del tifón actuar bajo el principio de “prevención proactiva y temprana desde la distancia”.
Minh Chinh, reseñó la agencia de noticias VNA, enfatizó la necesidad de prepararse para el peor de los escenarios y desplegar medidas para garantizar la seguridad de la población y minimizar daños a la propiedad, especialmente porque el centro del país aún se recupera de las lluvias e inundaciones históricas recientes.
Encomendó asimismo a los ministerios de Defensa y de Seguridad Pública desplegar personal y equipos para estar listos a fin de realizar evacuaciones, operaciones de búsqueda y rescate, y garantizar el orden y la seguridad.
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