El «paraíso turístico» centroamericano, conocido sobre todo por sus playas, su selva virgen y su tradición como destino vacacional, es ahora un puerto de tránsito ideal para los grupos narcotraficantes de América del Sur, añade la publicación europea.
Los contrabandistas de drogas –subraya el medio- envían desde Costa Rica «miles de kilos» de cocaína escondidos en contenedores, confundidos con frutas como plátanos y piñas, ya que estos productos deben pasar rápidamente los controles aduaneros por su limitada vida útil.
La publicación neerlandesa comentó que la nación centroamericana, cuyas autoridades decomisan droga con frecuencia, es la cuarta de la región donde más cocaína es interceptada en los últimos años, después de Brasil, Ecuador y Panamá, según CR Hoy.com.
El papel de Costa Rica como punto de tránsito de drogas en América Latina aumentó de forma considerable desde la apertura del puerto de Moín, en la provincia caribeña de Limón, indica el artículo de, la Fundación de Radiodifusión Neerlandesa.
Esa situación –precisa- provoca un incremento en los niveles de violencia en el país centroamericano, pues las pandillas locales, en su afán por los millones de dólares obtenidos mediante el tráfico de estupefacientes, “arrastran al resto de la población a un conflicto cada vez más violento”.
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