Luego de la captura de líderes principales de una banda de esa jerarquía dedicada al contrabando de drogas, es habitual que otras intenten ocupar el espacio dejado por ella, explicó el director interino del Organismo de Investigación Judicial, Michael Soto, según el Diario Extra.
“Cuando es desarticulada una estructura criminal de ese tipo –reflexionó el experto- se genera un período de incertidumbre. Otros grupos buscan tomar el control de las rutas o establecer alianzas para mantener la actividad ilícita”.
Según Soto y otras autoridades policiales, la atención del narco está puesta sobre las rutas Caribe y Pacífico, dos corredores claves para el traslado de cocaína hacia el norte del continente.
Los especialistas del OIJ analizan desde ahora cuáles son las estructuras locales o regionales que tienen el perfil para asumir el control de esos territorios, y prepara nuevas operaciones preventivas para evitar una escalada de violencia, subraya el Diario Extra.
De acuerdo con Soto, el escenario posterior a una desarticulación suele dividirse en dos caminos: alianzas entre grupos menores para conservar los flujos criminales, o enfrentamientos violentos por el dominio territorial.
“Estamos listos para actuar –aseguró el funcionario de la Policía Judicial-. Si hay que detener a más personas o abrir nuevos casos, lo haremos. Lo importante es anticiparse a la reorganización del crimen, porque habrá intentos de alianzas o enfrentamientos por territorios narco”.
El operativo que desactivó el martes al llamado Cártel del Caribe Sur detuvo a 29 personas y decomisó gran cantidad de bienes y recursos, publicó el canal Teletica.com.
La banda desactivada, liderada por los hermanos Luis Manuel y Jordie Picado, era la principal proveedora de marihuana y cocaína de Colombia hacia grupos criminales de todo el país, añadió el OIJ, citado por la televisora.
El operativo constó de 64 allanamientos e implicó el decomiso de cuentas bancarias, autos, armas de fuego, motores de lancha y cabezas de ganado, detalló el OIJ.
Las movilizaciones contra el grupo criminal concentraron a mil 200 efectivos del Instituto Costarricense sobre Drogas, la Policía Judicial, y los cuerpos del Ministerio de Seguridad Pública y de la Policía Municipal de San José.
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