En un comunicado oficial, la Cancillería jordana calificó la decisión israelí como una “clara consolidación de la ocupación, una flagrante violación del derecho internacional humanitario y un socavamiento manifiesto del derecho inalienable del pueblo palestino a la autodeterminación”.
El Ministerio reiteró la posición firme de Jordania respecto a la necesidad de poner fin a la ocupación israelí y de establecer un Estado palestino independiente y soberano dentro de las fronteras previas a 1967, con Jerusalén Este como su capital.
El portavoz del Ministerio, Fuad Majali, reafirmó el rechazo categórico del Reino a la continua expansión de los asentamientos y a las medidas restrictivas impuestas por Israel contra la población palestina.
Majali subrayó que tales acciones violan el derecho internacional y contravienen las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas, en particular la Resolución 2334 del Consejo de Seguridad, que condena todas las iniciativas israelíes destinadas a alterar la composición demográfica y el statu quo de los territorios palestinos ocupados, incluida Jerusalén Este.
Asimismo, el vocero recordó la opinión consultiva de la Corte Internacional de Justicia, la cual afirmó la ilegalidad de la ocupación israelí y la nulidad de la construcción de asentamientos y medidas de anexión en la Cisjordania ocupada.
Finalmente, el Ministerio instó a la comunidad internacional a asumir sus responsabilidades legales y morales para obligar a Israel a detener su escalada ilegal en los territorios palestinos y respaldar el derecho del pueblo palestino a establecer su Estado independiente, condición esencial para alcanzar una paz justa, duradera e integral que garantice la seguridad y estabilidad regionales.
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