Al intervenir en la octava ceremonia de entrega de condecoraciones por el medio siglo de la liberación del colonialismo, el mandatario recordó la “audaz Operación Carlota”, que allanó el camino para la llegada y participación de soldados cubanos en las principales operaciones militares contra los invasores extranjeros.

“Agradecemos la capacitación masiva de nuestros jóvenes en Cuba en especialidades civiles y militares, y la cooperación en educación y salud durante la formación de nuestros cuadros”, añadió el jefe de Estado.

Este jueves, los líderes de la Revolución Cubana, Fidel y Raúl Castro estuvieron entre las figuras que merecieron la medalla conmemorativa por los 50 años de independencia en la Clase de Honor, reconocimiento recibido por el embajador de la nación caribeña aquí, Oscar León.

En total, 18 cubanos han sido condecorados durante estos homenajes, con medallas en las diferentes clases, por sus aportes al país.

João Lourenço refirió que cuatro mil 690 ciudadanos de los más diversos sectores de la sociedad angoleña recibieron el galardón especial desde el 4 de abril de este año, una demostración de que cuánto se valora y reconoce la valentía, la dedicación, el compromiso y el talento.

También comentó que las medallas en la Clase de Honor se otorgaron a jefes de Estado y exjefes de Estado y de Gobierno de países cuyo papel y contribuciones fueron decisivos para el éxito de la lucha de liberación nacional, la resistencia a 27 años de conflicto armado, el alcance de la paz, y la reconstrucción y el desarrollo del país.

“Este es un gesto de reconocimiento y gratitud a estos pueblos y países por su inestimable apoyo al pueblo angoleño en diferentes momentos de nuestra historia, pero también una forma de inmortalizar estos períodos históricos, para que las generaciones presentes y futuras los conozcan y los enaltezcan”, dijo.

Mencionó la “inestimable ayuda de los entonces llamados países socialistas de Europa del Este, especialmente de la antigua Unión Soviética”; Brasil, que fue el primer país en presenciar el nacimiento de la nación y reconocerla; y China, que tras el fin de la guerra concedió una importante línea de financiación que permitió la reconstrucción de la principal infraestructura destruida.

Agradeció igualmente a denominaciones religiosas y comités de solidaridad, y en especial a los países africanos que acogieron en su territorio a los movimientos de liberación angoleños: Argelia, Marruecos, Tanzania, Congo Brazzaville y Zambia; y a todos los países de la llamada “Línea del Frente”, por el papel decisivo que desempeñaron en la lucha contra el apartheid.

Aludió, asimismo, a los combatientes guineanos que lucharon en los frentes central y sur, junto a las fuerzas armadas angoleñas; a Nigeria, por la ayuda financiera concedida en los primeros años y por ser, junto con Argelia, de los primeros en brindar educación superior en el sector petrolero al personal del país.

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