El Metz Arena fue escenario de un duelo vibrante, tejido con nervios, talento y coraje, durante el cual el zurdo de 19 años domó la experiencia de un rival que buscaba repetir la gloria esquiva del año pasado. Tien, dueño de una zurda que corta el aire como un relámpago, levantó su puño al cielo tras un desempate agónico que desbordó las gradas.
El estadounidense firmó siete aces, con 64 por ciento de efectividad en su primer servicio, y capitalizó dos de las cuatro oportunidades de ruptura que dispuso. En cambio, Norrie, de 30 años y número 27 del mundo, volvió a quedarse en la antesala del título, pese a su consistencia y elegante revés zurdo.
Con esta victoria, Tien rompe el cerco de las promesas y se convierte en campeón ATP por primera vez y se resarció de la final perdida en Beijing ante el italiano Jannik Sinner, número uno del planeta.
El joven de California deja la serie particular ante Norrie con ventaja de 3-1, y se marcha de Metz con el brillo inconfundible de quien anuncia una nueva era.
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