La decisión, anunciada hoy por el ministro de Finanzas, Enoch Godongwana, durante su presentación de la Política Presupuestaria de Mediano Plazo, contó con el consenso del gobernador del Banco de la Reserva Sudafricana (SARB), Lesetja Kganyago, y fue consultada con el presidente y el Gabinete nacional.

Un comunicado conjunto del Tesoro Nacional y el SARB detalló que la banda de flexibilidad permitirá absorber eventuales choques inflacionarios imprevistos, en coherencia con el enfoque de metas de inflación flexible que ha caracterizado la política económica del país.

La revisión del objetivo, que reemplaza de inmediato el rango anterior del tres al seis por ciento, es resultado de una evaluación exhaustiva realizada por ambas instituciones, de forma separada y colaborativa a través del Comité Permanente de Macroeconomía, acorde con el texto.

Dicho análisis, enmarcado en una revisión más amplia de la política macroeconómica y las tendencias internacionales, recomendó la modificación para fortalecer el marco de política, anclar mejor las expectativas de inflación y alinear al país con las mejores prácticas globales.

Respondiendo a críticas de algunos especialistas, las autoridades subrayaron que, si bien a corto plazo un objetivo más bajo presenta costos fiscales —como un menor crecimiento nominal del Producto Interno Bruto y de los ingresos—, los beneficios a largo plazo para la economía superan con creces esas dificultades.

Se prevé que, al reducir progresivamente las expectativas y la tasa de inflación, la nueva meta genere espacio para una disminución de las tasas de interés en el futuro. Este escenario, según el comunicado, fomentaría el gasto de los hogares y la inversión empresarial, impulsando así el crecimiento económico y la generación de empleo.

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