En una dura descarga por X la expresidenta que la sientan por segunda ocasión en el banquillo de los acusados luego de condenarla en proceso previo a seis años de prisión domiciliaria y proscripción política de por vida, añadió: “Y la verdad… nos quedamos cortos. Porque ahora vemos que algunos de estos “extorsionados”, directamente fueron torturados”.
Está encartada junto a 19 exfuncionarios de su gobierno, 65 empresarios y dos choferes de asociación ilícita y cohecho entre otros delitos.
La exdignataria relata que “a uno de ellos lo aislaron en una celda sin ventanas, bajo un reflector encendido las veinticuatro horas del día. Nunca sabía si era de día o de noche. Lo filmaban constantemente, como si el tormento necesitara testigos, pero le negaban el contacto humano: nadie podía verlo, nadie podía hablarle”.
Esa combinación de luz perpetua, vigilancia y soledad –describe- no es un exceso administrativo: es lo que llaman tortura blanca, diseñada para quebrar la mente sin dejar marcas visibles. Sólo faltó que le hicieran el “submarino” (para los que tuvieron la suerte de no vivir en Dictadura… es cuando te meten la cabeza bajo el agua hasta que sentís que te ahogas).
Para corroborar su relato menciona la descripción que hizo el letrado Roberto Herrera, abogado de uno de los “arrepentidos”, en entrevista al canal TN. El torturado aceptó entrar en el sistema de testigo protegido como “arrepentido” y declarar contra ella y otros en la causa.
“Lo dijo así como lo leés… y no en un canal “kuka” ¡eh!… Lo dijo en TN”, ironizó.
“Esto ya no es lawfare: es persecución política con métodos propios de las dictaduras. Niveles de coacción contra ciudadanos nunca vistos en democracia”, denunció la exmandataria.
“Y todo amparado por el bestiario judicial del macrismo: Jueces y Fiscales al servicio del poder económico, listos siempre para perseguir a la oposición política real y darle impunidad a los delincuentes de verdad… A los que endeudaron y siguen endeudando el país, mientras la gran mayoría de los argentinos cada vez tienen menos y cada vez les va peor”, recalca.
“Lo vamos a repetir una y mil veces: la reapertura acelerada de los Cuadernos truchos no tiene nada que ver con la Justicia… Es agenda judicial para la distracción: SI NO HAY PAN, QUE HAYA CIRCO”, subraya.
“Y sino, fijate lo que pasa con la inflación. Te dicen que los precios no suben, pero vos tenés que pagar cada vez más de luz, más de gas, más en transporte, más de alquiler, más de prepaga… y la lista sigue mientras la recesión avanza”, Cristina resume la actual situación económica argentina.
Hizo referencia también a que la inflación que reportó el gobierno el miércoles fue de 2,3 por ciento. “No solamente viene creciendo desde hace meses, sino que si la “anualizás”, como hace Milei, es del 27,6%… Más alta que la que dejamos nosotros en el año 2015”, recuerda en su mensaje.
“Eso sí –recalca- en aquel momento los salarios y las jubilaciones de los argentinos eran los más altos de América Latina (los más viejos podían comprarle un regalo a sus nietos y el resto, hasta ahorrar)”.
Y añade: “Las provincias estaban financiadas, las rutas mantenidas y transitables y lo más importante: no le debíamos un sólo dólar al Fondo Monetario y, mucho menos, al Tesoro de los EEUU”.
En una post-data, Cristina refiere que Bessent ya lo confesó: prestarle a Milei fue un “gran negocio” para EEUU. “No es economía: es colonialismo financiero con cómplices locales. Porque siempre hay alguien adentro del Estado que firma los ‘swaps’, el endeudamiento, las ventajas cambiarias y convierte la soberanía en negocio ajeno”, apostilla.
mh