«El FSB impidió un atentado contra uno de los más altos funcionarios rusos, que se pretendía cometer detonando una bomba cuando este visitara la tumba de sus familiares más cercanos en el cementerio de Troyekúrovskoye», precisó la nota publicada este viernes, aunque no aclaró quien era el alto cargo.
El comunicado del ente de seguridad destacó que para cometer el acto terrorista habían preparado una cámara de vídeo oculta en un jarrón con flores. Los agentes detuvieron a tres cómplices en la preparación del atentado: dos rusos y un inmigrante de uno de los países de Asia Central.
La información del FSB igualmente apuntó que «para preparar el asesinato del funcionario, los servicios especiales ucranianos utilizaron a un inmigrante ilegal reclutado en la región de Asia Central y a dos ciudadanos rusos con antecedentes penales y adictos a las drogas, detenidos en Moscú.
Igualmente, a Shamsov Dzaloliddin Kurbánovich, nacido en 1979 y residente en Kiev, buscado por las fuerzas del orden rusas por asesinato y tráfico ilegal de armas».
Los agentes del FSB incautaron medios de comunicación en los que se encontró correspondencia entre los detenidos y un empleado de los servicios especiales ucranianos en las aplicaciones de mensajería WhatsApp y Signal, lo que confirma la preparación del atentado.
También ocuparon una cámara de videovigilancia camuflada como un jarrón con flores, con capacidad de control remoto y transmisión de datos al extranjero, que se utilizó en la preparación del atentado.
Según datos del FSB ruso, los servicios especiales ucranianos, actuando bajo la dirección de sus homólogos occidentales, preparan delitos similares en otras regiones rusas.
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