Los datos ratifican que el No venció en las cuatro preguntas que este domingo respondieron el 82 por ciento de los más de 13,9 millones de ecuatorianos empadronados.
Las interrogantes relacionadas con la posibilidad de instalar bases militares extranjeras y la de convocar a una Asamblea Constituyente para redactar una nueva Carta Magna acaparan el mayor rechazo, con porcentajes superiores a 60.
En el cuestionamiento con el que Noboa buscaba dejar de financiar a los partidos políticos con dinero público, el No logró 58 por ciento, mientras que en la pregunta que apuntaba a reducir de 151 a 73 los integrantes de la Asamblea Nacional, el rechazo alcanzó el 53,47 por ciento.
Esos números suponen una derrota para Noboa y su Gobierno, pues la mayoría de los ecuatorianos no estuvo dispuesta a dar un cheque en blanco al Ejecutivo para una nueva Constitución y entendió que los problemas no son de leyes, sino de gestión.
La presidenta de la Comisión de la Niñez de la Asamblea Nacional (Parlamento), Viviana Veloz, legisladora de la Revolución Ciudadana, afirmó que la fachada del Gobierno se derrumbó al no escuchar al pueblo y denunció la persistencia de la miseria y el abandono en el país.
“Este es el triunfo del pueblo ecuatoriano, de un país que decidió frenar el autoritarismo y el abandono. No es una victoria partidista, sino una victoria ciudadana”, aseveró Veloz.
La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) coincidió en que es un triunfo social que “pertenece al pueblo movilizado, a las comunidades, a los jóvenes, a las mujeres” y recordó que expresiones de resistencia, como el reciente paro nacional, que desenmascaró los intentos de imponer una agenda contraria a los intereses del pueblo”.
La organización exigió al Ejecutivo “frenar el autoritarismo, violencia y populismo”, advirtiendo que la dignidad popular es un límite infranqueable.
Este lunes, medios locales informaron que todo el gabinete de Noboa puso a disposición sus cargos y se esperan cambios en el equipo gubernamental.
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