Esta época representa uno de los picos históricos de trasiego ilegal de alimentos, productos agropecuarios, abarrotes, bebidas y cigarrillos, describió la Comisión de Defensa del Comercio Formal (Codecof), citada por el diario Prensa Libre.
La directora de esa entidad, Muriel Ramírez, ejemplificó que una de cada cinco botellas que circulan con motivo de la navidad y cierre de año proviene del comercio ilegal.
En el caso de los productos agrícolas y de la canasta básica, mencionó que favorecen el contrabando la brecha de precios entre la producción local y los trasladados sin pagar impuestos; además del aumento de la demanda.
Asimismo, consideró la existencia de rutas irregulares con escasa presencia de autoridades, que facilitan el ingreso y la distribución de mercancías ilegales.
No se trata de un fenómeno nuevo, sino de un repunte previsible, se activan las redes de contrabando para inyectar elaboraciones ilegales al mercado, expicó Ramírez al medio.
La evolución se evidencia en la participación de más actores que normalizan esta conducta, erosionan las economías formales y facilitan el lavado de dinero y las transacciones irregulares a gran escala, señaló.
El director del Observatorio contra el Contrabando, Luis Mazariegos, expuso este fenómeno relacionado con cárnicos, especialmente productos avícolas como pollo, gallina y huevo, el cual va en alza, acotó.
Estos ingresan desde México, al igual que el cerdo, tanto en pie como ya limpio y en piezas, expresó el titular, adscrito a la Cámara Guatemalteca de Alimentos y Bebidas.
Advirtió que estos productos no conservan la cadena de frío ni cuentan con refrigeración adecuada, lo cual representa un riesgo para la salud de los consumidores.
La introducción de mercancías de contrabando ya comenzó a reflejarse en el mercado, aseguraron ambos directivos.
Señalaron igualmente que tal situación y la defraudación aduanera representan miles de millones de quetzales que el Estado deja de percibir.
La Codecof identificó más de mil 300 incidencias vinculadas al contrabando, por un equivalente superior a seis millones de quetzales (casi 800 mil dólares) en mercancías detectadas en lo que va de 2025.
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