En su cuenta de Telegram el jefe de Estado expresó que “hoy Maracaibo y toda Venezuela se unen en una misma devoción, con fe y amor para venerar a la Virgen de Chiquinquirá”.

“Con el corazón de fiel devoto, me uno al fervor del pueblo cristiano que recibe de su Patrona un torrente de fe, esperanza y fortaleza espiritual”, declaró el mandatario.

Afirmó que nuestra Chinita amada, nos recuerda que la humildad y el amor son la verdadera fuerza para afrontar las adversidades.

Maduro señaló que este día de fe “nos congrega en una oración, reconociendo su presencia maternal y la infinita misericordia que derrama sobre sus hijos e hijas”.

Elevamos nuestras plegarias para que su manto sagrado interceda por Venezuela, y derrame sobre cada familia la gracia de la unión y la prosperidad, manifestó.

Indicó que en sus manos “depositamos el futuro de nuestra patria, pidiendo por la consolidación de la paz definitiva que tanto anhelamos”.

Cada 18 de noviembre la ciudad de Maracaibo conmemora la llegada de «La Chinita» y desde la medianoche el pueblo se vuelca a las calles entre música, cantos y procesiones para rendir tributo y venerar a la Virgen de Chiquinquirá.

Su historia se remonta a 1709 cuando una humilde mujer halló una madera pequeña en el lago de Maracaibo, la llevó a su casa y una noche de repente la tabla de iluminó intensamente y surgió un rostro de mujer de ascendencia indígena que asombró a todos quienes acudieron bajo los gritos de “milagro, milagro”.

La llamada Patrona de Zulia extiende su manto de paz y amor desde la Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá, en esa occidental ciudad, donde cientos de miles de venezolanos de todo el país acuden este día a rendirle honores y a recibir su bondad infinita.

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