Según nuevos datos de su Programa Mejorado de Vigilancia de la Resistencia Antimicrobiana a la Gonorrea (EGASP), de 2022 a 2024 la resistencia a la ceftriaxona y la cefixima, los principales antibióticos utilizados para tratar la enfermedad, aumentó drásticamente del 0,8 al cinco por ciento y del 1,7 al 11 por ciento, respectivamente, detectándose cepas resistentes en un mayor número de países.
En tanto, la resistencia a la azitromicina se mantuvo estable en el cuatro por ciento, mientras que a la ciprofloxacina alcanzó el 95 por ciento.
El pasado año 12 países del EGASP de cinco regiones de la OMS proporcionaron datos, lo que supone un aumento con respecto a las cuatro naciones que lo hicieron en 2022.
Brasil, Camboya, India, Indonesia, Malawi, Filipinas, Catar, Sudáfrica, Suecia, Tailandia, Uganda y Vietnam notificaron tres mil 615 casos.
Más de la mitad de todos los casos de gonorrea sintomática en hombres (52 por ciento) se notificaron en países del Pacífico Occidental de la OMS, incluyendo Filipinas, Vietnam, Camboya e Indonesia.
Los países de la Región de África de la OMS representaron el 28 por ciento de los casos, seguidos por los países de la Región de Asia Sudoriental (13 por ciento, Tailandia), la Región del Mediterráneo Oriental (cuatro por ciento, Qatar) y la Región de las Américas (dos por ciento, Brasil).
La media de edad de los pacientes fue de 27 años y entre los casos, el 20 por ciento eran hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y el 42 por ciento reportó múltiples parejas sexuales en los últimos 30 días.
El informe destaca la necesidad de fortalecer la vigilancia, mejorar la capacidad de diagnóstico y garantizar el acceso equitativo a nuevos tratamientos para las infecciones de transmisión sexual.
La publicación de los nuevos datos coincide con la Semana Mundial de Concienciación sobre la Resistencia Antimicrobiana, lo que refuerza la importancia de la acción global contra las infecciones resistentes a los medicamentos.
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