Durante una sesión dedicada a la situación en Siria, la enviada especial adjunta del Secretario General, Najat Rochdi, subrayó la urgencia de detener las incursiones israelíes y llamó al Consejo a actuar con firmeza frente a estas transgresiones.
Advirtió que la fragilidad del escenario de seguridad en Siria requiere reformas profundas, así como programas eficaces de desarme, desmovilización y reintegración.
Rochdi expresó además la disposición de Naciones Unidas para apoyar los procesos transicionales en la nación árabe, incluidos los trabajos vinculados a la Asamblea del Pueblo y la redacción de una nueva constitución, insistiendo en garantizar una representación equitativa para mujeres y diversas comunidades sirias.
El representante ruso, Vasily Nebenzya, afirmó que Siria atraviesa una fase delicada que exige resolver sus asuntos internos sin interferencias externas.
Condenó las acciones israelíes en el Golán ocupado y exhortó al Consejo a adoptar medidas que pongan fin a esas violaciones, así como pidió el levantamiento de las sanciones unilaterales, que agravan la situación económica y la seguridad alimentaria de millones de sirios. En nombre del Grupo Africano, el embajador argelino Amar Benjama remarcó que todo apoyo internacional debe respetar la soberanía nacional.
Asimismo, condenó las operaciones militares israelíes en el sur de Siria y reiteró que el Golán es una parte integral del territorio sirio.
Alertó también sobre el resurgimiento de células del grupos terrorista Daesh y llamó a coordinar esfuerzos para enfrentar el terrorismo y mejorar la situación socioeconómica.
Mientras el representante chino, Fu Cong, reafirmó el respaldo de su país a la estabilidad y el desarrollo de Siria, al tiempo que exigió el levantamiento de las medidas coercitivas unilaterales.
Subrayó la necesidad de combatir el terrorismo y urgió a Israel a cumplir el Acuerdo de Separación y detener sus violaciones.
En su intervención, el representante permanente de Siria ante la ONU, Ibrahim Alabi, reiteró el derecho inalienable de su país a ejercer plena soberanía sobre todo su territorio, rechazó cualquier injerencia externa que amenace la paz civil e instó al Consejo de Seguridad a tomar medidas “decisivas e inmediatas” para detener los ataques israelíes, impedir su repetición y asegurar la implementación integral de las resoluciones internacionales pertinentes.
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