Insto al G20 a asumir una mayor responsabilidad en la construcción de una economía global más inclusiva para que nadie se quede atrás, dijo el mandatario durante la sesión inaugural de la cumbre que se celebra en la ciudad sudafricana de Johansburgo.
Subrayó que la reactivación del comercio internacional requiere una cooperación profunda, nuevas herramientas de política económica y cadenas de suministro sostenibles.
Erdogan citó datos del Informe de la Deuda 2025 de la ONU, según los cuales los pagos de intereses en países con una población combinada de 3,4 mil millones de personas superan ya el gasto destinado a salud y educación, situación que calificó de insostenible.
En ese contexto, reafirmó el respaldo de Türkiye a un enfoque justo y equitativo para la reestructuración de las deudas, especialmente en las naciones de bajos ingresos.
Pese al principio de “no dejar a nadie atrás” incluido en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, recordó que una de cada diez personas aún vive en pobreza extrema.
A ello se suma la disminución de la ayuda global para el desarrollo, que cayó un nueve por ciento en 2024 y podría reducirse hasta un 17 por ciento en 2025, afectando de manera significativa al continente africano.
El jefe de Estado advirtió, asimismo, que los desafíos actuales no solo golpean a las economías más vulnerables, sino al conjunto del sistema global. Recordó que el comercio fue el motor del crecimiento mundial antes de la crisis financiera de 2008, pero su dinamismo decayó drásticamente: entre 1987 y 2007 creció a una media anual del siete por ciento, cifra que cayó al tres por ciento entre 2008 y 2014, debilitando su aporte al desarrollo.
El mandatario turco insistió en la necesidad de reforzar las normas comerciales internacionales y celebró los avances en los procesos de reestructuración de la deuda de Ghana y Etiopía, considerados pasos positivos hacia un sistema económico más equilibrado e inclusivo.
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