Lanzado en 2001 por el legendario corredor etíope de larga distancia y ganador de esa convocatoria, Haile Gebrselassie, el evento anual se convirtió en un poderoso símbolo de orgullo nacional y una muestra global del legado del atletismo sin precedentes del país africano.

Bajo el tema “Una nación en 10 km”, se impusieron los corredores Melknah Wudu (f) y Yismau Dillu (m) en el recorrido amenizado con música en vivo, actuaciones culturales que, según los organizadores, va más allá del deporte porque promueve la unidad y el espíritu comunitario.
En los últimos 25 años, la Gran Carrera Etíope atrajo a cientos de miles de corredores y apoyó numerosas iniciativas sociales y programas de desarrollo juvenil. El evento también contribuye significativamente a la economía de esta capital al impulsar el turismo y la actividad empresarial durante el fin de semana de carrera.

Este año le fue otorgado el estatus de Patrimonio Mundial de Atletismo, reconociendo su importancia cultural e histórica en la comunidad global de corredores.
World Athletics la designó en octubre de 2024 entre sus Label Road Races al cumplir con su reglamento de carreras de ruta que exige estándares específicos en términos de diseño del recorrido, seguridad de los participantes, organización y elegibilidad de los corredores.

Asimismo, marketing y promoción, medidas antidopaje e impacto ambiental. Estas regulaciones garantizan que las carreras se adhieran a las mejores prácticas globales y promueven una competitividad justa.

En este sentido, el recorrido de 10 kilómetros de la Great Etopian Run es reconocido como Label Road Race de acuerdo con las condiciones antes mencionadas y lo ubica como una de las carreras de ruta de élite y líderes del mundo.
oda/nmr





