Dirigentes de la formación oficialista reaccionaron este domingo a las acusaciones lanzadas por el candidato presidencial del Partido Liberal (PL), Salvador Nasralla, quien acusó a Libre de “atacar” una caravana de la agrupación derechista realizada la víspera en Tegucigalpa.
“Contratan delincuentes y los disfrazan de Libre”, posteó en X el vicecanciller Gerardo Torres sobre las supuestas agresiones sufridas por los seguidores de Nasralla durante el mencionado evento.
Torres se preguntó quién será el asesor del aspirante liberal “que le dijo que para taparle el ojo a su fracaso de cierre (de campaña), era buena idea inventar una nueva película”.
Para el viceministro de Política Exterior, los simpatizantes del candidato liberal -un controvertido presentador de televisión devenido político- convocan a caravanas de autos porque carecen de poder de convocatoria para hacer mítines.
“Triste tercer lugar para Salva”, ironizó Torres en alusión al hipotético lugar que ocuparía en la contienda Nasralla, quien con su habitual grandilocuencia aseguró contar con “dos millones de votos” a su favor, frente a los “200 mil” que dice tener su contrincante y favorita de Libre, Rixi Moncada.
En la misma red social, el ministro hondureño de Planificación Estratégica, Ricardo Salgado, opinó que el PL, “inexistente y producto imaginario de los medios, aborta una caravana de cierre por un banderillazo de Libre” en una zona de esta capital.
“A los liberales ya les quedó hacer el papel de la niña llorona que, a una semana de las elecciones, le tocará el papel de gritar “auxilio”, y esperar las impredecibles reacciones de Washington”, escribió Salgado, al contrastar ese escenario con la vigorosa campaña territorial del partido gobernante.
“Ante la pobre convocatoria de su “cierre de campaña” con carros y militantes “imaginarios”, finge un ataque para justificar su fracaso y culpar a Libre”, coincidió en X el conocido político hondureño Amable de Jesús Hernández.
“Jamás será presidente ese orate. Honduras tiene malos ratos, pero no malos gustos. No volverán”, sentenció Hernández, sobre la posibilidad de un triunfo del bipartidismo, encarnado por liberales y nacionalistas, las dos fuerzas tradicionales de la derecha en este país centroamericano.
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