La organización SOS Rescate Fauna Marina, la alcaldía y la Prefectura naval coordinaron acciones para preservar un perímetro que brindara tranquilidad a madre e hija.
Luego de unas semanas, la elefanta madre, llamada Alma, abandonó la playa y desde entonces la cría estuvo rodeada de cariño de vecinos y visitantes que solían acercarse al animal.
Francisca se fue 21 días después de nacer en Uruguay, y es probable que su instinto la conduzca a santuarios de su especie en el sur del continente.
mem/ool





