Al detallar la iniciativa, a construirse en 24 meses, el titular de la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones, José Antonio Peña, precisó que contará con un procesamiento de 14 mil 480 GPUs y una capacidad para 314 mil billones de operaciones por segundo.
De acuerdo con el funcionario, tendrá siete veces la capacidad de Pegaso, ubicada en Brasil y la mayor de la región en este momento, y conllevará una inversión pública de alrededor de seis mil millones de pesos (más de 326 millones de dólares).
El proyecto permitirá resolver de manera soberana problemas públicos que requieren alta capacidad de cómputo; efectuar investigación científica de punta en sectores estratégicos; ofrecer capacidad de cómputo para apoyar proyectos emprendedores, y servicios de cálculo a la iniciativa privada.
Como parte de los usos públicos, Merino mencionó las predicciones climatológicas y de desastres naturales, planeación de siembras para mejorar las cosechas y la gestión de alimentos, así como procesamiento de imágenes del suelo y subsuelo para exploración y producción de gas y petróleo.
También podrá emplearse en la planificación del consumo de energía para ahorrar electricidad y en el procesamiento de grandes volúmenes de datos de aduanas y facturas, con el objetivo de prevenir actos de corrupción y evasión fiscal.
Peña subrayó que será operada por mexicanos, quienes tendrán formación previa en el Centro de Supercómputo de Barcelona, y la ubicación se definirá en enero, considerando criterios como recursos hídricos, acceso a energía, sisimicidad y conectividad.
Aunque el tiempo de construcción será de dos años, el titular recordó que tras la firma la semana pasada de un convenio con la institución de la capital de Cataluña, España, se creó también el Centro Mexicano de Supercómputo en ese mismo lugar.
Junto al Centro de Supercómputo de Barcelona, México contará también con el acompañamiento técnico del Centro para el Desarrollo de Cómputo Avanzado C-DAC de la India.
Coatlicue se vinculará, además, con el Clúster Nacional de Supercómputo, conformado por universidades y centros públicos de investigación.
“Estamos muy entusiasmados. La supercomputadora Coatlicue, que va a iniciar su construcción el próximo año (…) y va a permitir que México entre de lleno al uso de la inteligencia artificial y procesamiento de datos”, destacó la presidenta Claudia Sheinbaum en su habitual encuentro con periodistas.
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