En el pabellón y monumento que perpetúa su memoria en la Parroquia del Manto de la Santísima Virgen, en esta capital, el embajador de Moscú en el istmo, Konstantin Gavrilov, rememoró aquellos hechos durante la Gran Guerra Patria (1941-1945) y que ahora se ven reflejados en la la amistad y solidaridad entre ambos pueblos.
A la velada, que estuvo matizada por interpretaciones de músicos de la Academia de Bellas Artes, asistieron integrantes del cuerpo diplomático y de organizaciones fraternas con la nación euroasiática.

El sitial de honor fue inaugurado en mayo pasado en ocasión del aniversario 80 de la victoria sobre el fascismo.
Entonces también el diplomático evocó el paso de los marineros por la vía interoceánica, episodio poco conocido en la historia de la confrontación bélica, símbolo de la cooperación entre ambas naciones en la lucha común contra las tropas hitlerianas.
Gavrilov resaltó en aquella ocasión que este sagrado sitio dedicado a las tripulaciones y que fue posible gracias además a la Iglesia Ortodoxa, en particular el padre Antonio, la asociación de rusos residentes en el istmo y la Cámara Pública de la Federación Rusa, representa un símbolo de las hazañas del pueblo soviético en la lucha contra los invasores nazis.
Como cada año, Rusia y la mayoría de los países que formaron parte de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas celebran el 9 de mayo la victoria sobre la Alemania nazi .
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