En Xunantunich, accesible tras cruzar el Río Mopan en el distrito Cayo, a bordo de un pintoresco ferry manual, el «Castillo» se alza 40 metros sobre el entorno selvático.
Aquí, turistas de todo el mundo observan el atardecer mientras guías locales explican los significados del friso de estuco que adorna la estructura.
«Estos sitios no son solo piedras, son libros abiertos de nuestra historia», comenta Juan Itzá, guía certificado del sitio y «cada temporada de excavaciones revela nuevos secretos sobre cómo vivían, comerciaban y pensaban nuestros ancestros».
El circuito arqueológico beliceño destaca por su diversidad contando entre otros con:
Caracol, gigante escondido en la jungla, fue en su época un centro político más poderoso que Tikal.
Lamanai, accesible por un serpenteante río, muestra una ocupación continua de más de 3,000 años.
Altún Ha, a solo una hora de la Ciudad de Belice, revela donde se encontró la famosa «Cabeza de Jade» del Dios Sol.
Nim Li Punit y Lubaantun en el sur destacan por sus estelas ceremoniales y estilo arquitectónico único.
Las autoridades beliceñas trabajan de manera intensa en un plan de gestión integrador que busca equilibrar la creciente afluencia turística con la conservación de estos frágiles ecosistemas culturales.
«No solo protegemos estructuras, preservamos la memoria de una civilización que dominó las matemáticas, la astronomía y el arte», explica María Pop, directora de Conservación del Instituto de Arqueología.
El sistema de sitios arqueológicos mayas de Belice constituye un pilar fundamental de la identidad cultural mesoamericana, donde los centros ceremoniales no solo revelan la grandeza de una civilización avanzada en astronomía, arquitectura y organización social, sino que también encarnan un legado vivo que conecta a las comunidades actuales con sus raíces ancestrales.
Estas ciudades, ocultas durante siglos bajo la selva, son testimonio de un pasado que trasciende lo monumental para convertirse en un símbolo de resistencia histórica y un recordatorio de la profunda relación entre el ser humano y su entorno natural.
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